Powered By Blogger

jueves, 24 de febrero de 2011

Un abrazo.

Aquel pequeño patio cuadrado con suelo frío y cuatro pareces vacías se convirtió en el escenario perfecto. El cielo estaba teñido de marrón aquella noche por la voraz contaminación lumínica de Madrid arropando sus cabezas y los edificios colindantes ejercían de muralla a su alrededor.

Se fundieron en un abrazo y, sin mediar palabra, desapareció la percepción del lugar y los sonidos, quedando únicamente su olor y su calor como referencia sensorial. Sus manos recorrían su espalda, apretándola contra su pecho. Sus labios tenían sed de su cuello.
Muere el exterior, late el interior.
Quería atrapar su alma, que estaba expuesta a la desorientación. Quería que se parara el mundo en ese instante. Supo que la amaba y que ella tenía el peligroso poder de hacer trizas su corazón con sólo un suspiro, pero tuvo que asumir el riesgo. Quiso asumirlo.

No sabría decirte si fueron dos, diez o cuarenta minutos. No me pidas que te diga cuánto mide la felicidad.
Sí puedo decirte que ese día él tuvo el poder de paralizar el tiempo. Aquel día tuvo el poder de pintar las estrellas en el cielo más lúgubre y vacío.

Era el poder del abrazo que se regalan dos almas cuando se aman por encima de los límites permitidos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Soledad.

Nadie te llamó, lárgate.
Tú y yo tenemos una relación de amor y odio. A veces te necesito, otras te detesto.
Abandóname, llevas conmigo demasiado tiempo.


Algunas veces gano
y otras veces
pongo un circo y me crecen los enanos;
algunas veces doy con un gusano
en la fruta del manzano
prohibido del padre Adán...

Mírame. Yo soy el Norte.
Y sin embargo, me pierdo.






                                    

martes, 22 de febrero de 2011

?

Yo estoy apenas un pelo por encima de la nada, una molécula o dos por encima del punto de desvanecimiento de lo que constituye un ser humano.

Día Medalomismo.

Recuerdas la imagen de hace un par de días? Sí sí, la de los monos.
Era una puta minucia.

domingo, 20 de febrero de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

Día 35. Expectación.

No sé nada. No sé si estoy contento o triste. El experimento llega (teóricamente) a su fin, pero...
no sé si estoy contento. Tu experiencia llega a su fin pero...no sé si estoy triste. A ratos soy yo, a ratos no. A ratos eres tú, a ratos no. A ratos te amo, a ratos también.
No puedo más. He de saber quién eres, quién soy, dónde estoy y dónde estás.

Yo te amo...y tú a mí?

viernes, 18 de febrero de 2011

Día 34.

Observa la foto. Hay una silueta roja. Esa es la que lleva mi nombre. Así es como me siento demasiadas veces últimamente.
El último puto mono del universo.


miércoles, 16 de febrero de 2011

Día 32. Felicidad.

Hoy hace justo un mes que no hablamos. 768 horas que parecen 768 días.
Pero estoy medianamente feliz, podremos hacerlo muy pronto, mucho antes de lo que esperaba. Me muero por verte, me muero por hablarte, por escucharte, por besarte, por abrazarte.
Necesito tus caricias. Te necesito. Por fin volví a saborear la felicidad por instantes, y eso, sin tí, es prácticamente imposible.
Te amo.

martes, 15 de febrero de 2011

Día 31.

Por fin recibiste una señal mía. Por fin recibí una señal tuya.

Te voy a ser sincero, ayer quise que salieras de allí. No lo quise, lo deseé con todas mis fuerzas. Soy un egoísta, lo sé. Pero mi felicidad depende directamente de tu presencia. Hasta que no estés aquí no seré persona. Hasta que no estés aquí, no seré feliz. Sólo me haces falta tú.
Quiero que se acabe esta puta pesadilla ya. Dos meses más no va a haber quién los soporte.
Te amo, gracias por enviármelo.

lunes, 14 de febrero de 2011

Día 30. 30 días, un mes.

Eso es lo que hace que no te veo. El día 13 de Enero nos dijimos adiós, al menos físicamente. Aún puedo ver las lágrimas en tus ojos. Aún puedo sentir ese dolor que se siente por desgarro emocional.¿Cuánto tiempo he de estar aún sin tí?. ¿Hasta dónde podré soportar?. ¿Me quieres aún?. ¿Me olvidaste?. ¿Me necesitas?.
Preguntas sin respuesta. Créeme, eso es casi lo más duro de todo. Todo es suponer, imaginar, especular. Y en temas emocionales, es bastante jodido. Qué te voy a contar a tí...

Te amo. Si te vas, me matas.

Días 28 y 29. Siete.

El sábado hice algo que necesitaba. Quedé con mi buen (mejor) amigo M para meternos en la pechera unas copitas, ambos lo necesitábamos. Realizar una limpieza mental común aprovechándonos uno del otro. Y eso hicimos.
Risas, exaltación de la amistad, conversaciones sobre mujeres, temas filosóficos. Teorías para solucionar el mundo. Apoyo mútuo. Cuerpos que no bailan y sí lo hacen, sin miedo al ridículo, sin nada que temer.
Siete Jack Daniels con cocacola me bebí, hasta las siete de la mañana. Purificación mental conseguida sin pagar un precio físico demasiado alto. Pero la realidad siempre vuelve, y siete veces más te echaba de menos al acabar la noche.
Quiero que vuelvas ya. Quiero respirar tu aire. Quiero formar parte de tí y que tú formes parte de mí.

Con urgencia.

Gracias M. Gracias, Jack.

viernes, 11 de febrero de 2011

Días 26 y 27.

Sin duda alguna, de la gente que hay ahí dentro tú eres, con diferencia, la que más hace por putear (aunque sea sin querer) a quien está esperando fuera. Aguanto, al menos de momento, porque te debo más de una, pero me decepcionas por instantes.
Dónde estoy?...ya ni lo sé.
Yo no lo haría. Hay comentarios, gestos y actos que sólo sirven para putear. Si no te das cuenta, sobreestimé tu inteligencia. Si te das cuenta, lo hice con tu bondad.
Y no ha pasado ni un mes...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Diás 24 y 25.

Dormir.
Me encanta dormir, pero lo justo. Ocho horas. Vuelvo a dormir como debo, vuelvo a quedarme dormido cuando me pongo una peli por la noche, vuelvo a remolonear para levantarme de la cama.
Todo vuelve más o menos a la normalidad poco a poco. Lo que parecía el fin del mundo hace veinte días, hoy está asumido.
Lo que digo siempre: Al final, uno se hace a todo, por muy imposible que parezca.

Te amo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Día 23. Presencia.

Los días van pasando más rápido y los detalles que antes me preocupaban tanto ahora apenas lo hacen.
Hoy he leído algo precioso, en el momento adecuado. Sigo ahí, me lo has dejado claro.
Gracias por abrir mis pulmones, podré respirar decentemente por un tiempo.
Te amo.

Día 22.

He hecho de la pasividad mi inmunidad, mi escudo.
Ponerme en modo frío me ayuda. Volveré al modo en el que estaba cuando vuelvas, no te preocupes.
Te quiero, te echo de menos.

sábado, 5 de febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011