Nadie te llamó, lárgate.
Tú y yo tenemos una relación de amor y odio. A veces te necesito, otras te detesto.
Abandóname, llevas conmigo demasiado tiempo.
Algunas veces gano
y otras veces
pongo un circo y me crecen los enanos;
algunas veces doy con un gusano
en la fruta del manzano
prohibido del padre Adán...
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