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jueves, 28 de abril de 2011

Por qué?

Porque te beso y me muerdes.
Porque te miro y me escupes.
Porque te enfrías si te digo ¨te amo¨.
Porque te calientas si te digo ¨te odio¨.
Porque te abrazo y me das una patada en los huevos.
Porque hace diez segundos me querías.
Porque ahora me odias.
Porque la última vez que parpadeé tenías una sonrisa.
Porque ahora lloras.
Porque no me quieres.
Porque ya no te quiero, aunque te mienta al decirte que no te quiero ya.




martes, 12 de abril de 2011

La primera cerilla.

Ella era una chica de esas que nunca se olvidan.
Mirada penetrante, voz envolvente y sensual, labios que siempre apetece besar. Inteligencia y creatividad extrema. Tenía ímpetu, ganas de vivir y una paciencia y aguante dignas de un monje budista. Era inocente dentro de su no inocencia. Era generosa hasta el infinito. Su cara iba pintada de alegría. Su cuerpo de pasión.
El...simplemente era él.
Un día le contagió las ganas de vivir, y él no tuvo más remedio que enamorarse. No se podía escapar. Era un magnetismo demasiado penetrante.
Ellos fueron capaces de sudar en el polo norte. Rieron mucho juntos. Confiaban el uno en el otro. Se amaban, tanto que tocaron la frontera entre el amor y la locura. Sus besos eran de fuego. Sus caricias de nube. Lloraron juntos. Se abrazaban de tal manera que estaban a punto de romperse. Y hablaron de Menorca y de una casa para reformar. Les invadió la ilusión.
Pero un día la historia giró. Sin motivos graves, giró.
Uno miraba a la derecha y el otro a la izquierda.. Dejaron de mirarse a los ojos.
Y empezaron a escudarse sin motivo. A encender una cerilla cerca del pajar. Y se apagaba parcialmente. Y encendían dos y una caía al combustible. Y lo apagaban un poco menos. Y encendían tres. Y cuando se prendía, intentaban apagarlo con gasolina. Y prendía más. Y echaban queroxeno para sofocarlo.
Y así, de repente y sin apenas darse cuenta, la historia de amor más intensa del mundo ardió. Es imposible explicar por qué. Es imposible entenderlo. Se autodestruyeron los dos. Quizá fueron desbordados por nimiedades. Quizá no lograron entenderse.
...O quizá fue el amor hambriento de normalidad el que les destruyó simplemente por no haberse guardado la primera cerilla.


Chica que nunca se olvida...jamás te olvidaré.

viernes, 1 de abril de 2011

Pilares de aire.

...Aprendió a volar. Un día aprendió a construir pilares sobre el aire. Una noche cualquiera, varias noches cualesquiera, tuvo el mal sueño de caer durante un tiempo eterno hasta el vacío.

Normalmente era un tipo luchador. Constante en la sombra hasta decir basta por conseguir esas grandes cosas que la mayoría de gente descarta desde el principio por complicadas. Gran reconstructor de pilares derruídos, ésta vez se le iba acumulando el trabajo y cada vez que reconstruía alguien se lo tiraba al instante. Y los pilares iban siendo cada vez más débiles. Y su capacidad de reconstruir se iba mermando junto con su resistencia física y mental.
Decía ¨te quiero¨, obtenía silencio.Óxido.
Escribía palabras ilegibles. Óxido. Emitía palabras sordas. Óxido. Tendía su mano con una sonrisa y recibía una cruzada de brazos. Más óxido.
Y empezó a caer. Y siguió cayendo. Y mientras caía seguía construyendo pilares con el aire del descenso a falta de materiales más adecuados. Y una llamarada consumía el oxígeno y se volvían a desvanecer.
Encajó toda clase de bofetadas. Y quiso encajarlas mientras la piel siguiera estando en su sitio. Sabía que podría merecer la pena. Sabía que era así. Y también que lo mismo que podría matarle podría salvarle.


No fue una noche cualquiera, ni varias noches cualesquiera. Estaba despierto, malsoñaba despierto. Y un día dejará de caer para estamparse contra el suelo y el golpe le hará despertar. Podrá ver la sonrisa que no encontraba. Sabrá que el rescate venía de otro lugar. Y escuchará entonces la voz dulce envuelta en eco que tanto esperaba:
-¨Psssst, pssssst Javi...Javi!!!!!¨...¨Te estuve llamando y no me oías...¨, ¨Estoy aquí, no temas más...¨

Y entonces será cuando se te haga de noche. El día que me estampe no volveré a volar por tí.